La realidad del mercado de la biomasa

El mercado de la biomasa afronta el futuro con buenas perspectivas. En la actualidad supone el 0,35% del PIB en España y está en una línea de crecimiento, si bien en el sector hay quejas contra un marco legislativo que no permite una expansión en la medida requerida.

Los precios de la biomasa doméstica mantienen unas cotizaciones estables en los últimos años con una ligera bajada del “Pellet”, la subida de la astilla de madera o la estabilidad con un ligero repunte en los últimos meses de la variante “hueso de oliva”. Son por lo tanto valores competitivos en el actual mercado.

Pero hay barreras. El director de la feria monográfica Expobiomasa, Jorge Herrero, l amenta que no haya un crecimiento acorde con otros países, ya que por ejemplo en Europa ya aporta el 16% de la calefacción y a nivel mundial dos tercios de la energía renovable.

La industria de la biomasa coincide en señalar que el desarrollo de este mercado sería un antídoto contra la despoblación y el abandono del medio rural. Pero también apunta hacia la necesidad de creación de un mayor volumen de negocio en diversas áreas. Por ejemplo, la biomasa forestal para generación de energía térmica a través de instalaciones de calor incrementó su demanda pero necesita un mayor movimiento para ser rentable. En este punto, solicitan el apoyo de una nueva política forestal y de incentivos fiscales.

El ingeniero industrial, Jorge Morales de Labra, piensa que la biomasa como energía renovable “gestionable” es una alternativa a otras renovables que dependen del viento, del agua y del sol, que en algún momento puede no estar presente.

Sin duda, el gran defecto para la eclosión del mercado de biomasa y su equiparación a otros países europeos, es el modelo económico existente que está basado en la importación de petróleo y gas de terceros países, en contraste con alternativas que pasen por un aprovechamiento sostenible de los recursos propios.

De este modo, poner los pilares para el desarrollo de alternativas que pongan en valor los recursos forestales propios, se vislumbra como el gran reto del presente y del futuro en el mercado de la biomasa.